Un DIFUSOR acústico es un elemento que proporciona mejora de la calidad sonora de un recinto mediante la uniformidad de la energía acústica. Su principio de funcionamiento está basado en conseguir que el sonido, al reflejarse, lo haga de una forma homogénea en lugar de concentrarse en una sola dirección como ocurriría por la ley de las reflexiones sonoras.
Son elementos totalmente complementarios a los tratamientos absorbentes que se practican en las salas para reducir los tiempos de reverberación, dado que gracias a ellos se puede lograr una mayor uniformidad del sonido.
Los absorbentes quitan energía, los difusores homogeneizan la energía sin sustraerla. Con ellos se consigue un aumento de la sensación de espacialidad y de la intensidad del sonido, independientemente de la dirección, y contribuyen a generar la misma sensación de volumen en toda la sala, ayudando a evitar ecos y coloración sin perder la sensación de vivacidad.
Su uso es indicado para múltiples aplicaciones: